28/1/09

Parece que nada de Nemo

Dos palabras sobre mis padres: parecen dos adolescentes emocionados cuando me miran, me dan muchos besitos (a veces demasiados, pues algunos nunca vienen mal) y hablan un idioma raro que no comprendo. El asunto es que me parece que no me pusieron Nemo de nombre. Como no entiendo un soto de lo que dicen, tampoco sé bien cuál es mi nombre, pero tengo ya una cuaterna de candidatos: Philis, Senior, Budita o Bueno, bueno...*. Ya averiguaré cuál me tocó. Mi vieja a veces me dice Nachito, y también escuché otras denominaciones como Engendro mutante , Damún mateico o Devorador lácteo llorador, pero puede que estos sean sólo advocaciones cariñosas.

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N. del T.: Translitero sin traducir. Probablemente el autor constate los fonemas. En todo caso, son nombres que no he encontrado en el Gheranhenheimmershlei-Nommendiktionnarkt de Heinrich Ghüller ni en el Diccionario autárquico exhaustivo de nombres propios castellanos de Mario Molineri Montalbán.

14/1/09

Sin pesadillas

No, no. No, tías imaginadoras, abuelas preocupadas, lectores ocasionales que piensan que esto es un sueño transnochado de algún pececito gilún, o advenedizos casuales: no tengo pesadillas todavía. Y, si las tuviera, tampoco serían -espero- como ésta:



Ya que estamos, aprovecho para recordar: quiero llamarme Nemo.

11/1/09

Sucundúm

Les seré franco: no entiendo qué pasó. Fue algo muy raro, y poco a poco lo voy -digámoslo así- entendiendo más. Fue como una mala noche de sueños y dolores en todo el cuerpo. Escuchaba a la Voz Grave que cantaba: Always look on the bright side of life*. Soñaba que había como apretones, y que abajo, del lado por donde me gusta golpear, se iba abriendo la pecera, y sí, en una de esas, parece que salí de ahí. Los recuerdos son confusos, y no estoy seguro de casi nada, pero sí de que ahora estoy seco, y ya no en ese ambiente aguachento tan grato. El cambio fue abrupto, pero la Vieja se tomó unos días de descanso en un hotel, o algo así, y eso me calmó un poco, y a ella también. Verán que durante unos días me tuve que tomar vacaciones. Tardé mucho en volver a ser tranquilo como siempre. No sé.... esto de las novedades no es lo mío, me parece. Creo que lo de antes estaba mejor.

El tubito que daba vueltas alrededor mío desapareció. Ahora... veo cosas más claras, como con más luz y los sonidos son diferentes. La Vieja y la Voz Grave siguen presentes, pero un poco menos. La otra gran diferencia es que ya no estoy apretado en la pecera, aunque me siguen diciendo Pececito. Una enorme desventaja, creo que por mucho lo peor, es que ahora tengo mucha hambre, y tengo que hacer un esfuerzo para comer. Es realmente difícil y después de cada lastre necesito por los menos dos siestas. Cuando me recupere escribiré más.

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N. del T. : Por insólito que parezca, todo parece indicar que se refiere a la música del final de la película Monty Python's Life of Brian, en donde el personaje, Brian, muere al ritmo de alegres silbidos. Pinchar acá para ver qué es eso.