No, no. No, tías imaginadoras, abuelas preocupadas, lectores ocasionales que piensan que esto es un sueño transnochado de algún pececito gilún, o advenedizos casuales: no tengo pesadillas todavía. Y, si las tuviera, tampoco serían -espero- como ésta:
Ya que estamos, aprovecho para recordar: quiero llamarme Nemo.
Hace 3 años
1 comentario:
Muy bien, elefantito: te llamaremos Nemo. Para mí, que tus pesadillas tienen mucho que ver con el mito de Tántalo, que al intentar agarrar comida o tomar algo, sufría viendo cómo éstos se alejaban de él. Lo único, que en tu sueño seguramente hay un pecho que se aleja de tu boca hambrienta, jejejeje...
AbracitoS
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