21/9/10

Un objetivo cumplido

Ya empecé con eso de plantar a un hijo, escribir un libro y no sé qué de un árbol. Ya escribí y cumplí uno de los objetivos. No fue fácil, pero Esa Voz Grave dejó uno de sus tantos libros fuera de su mirada y ¡chán! Logré hacerme con él y ponerle mis garabatos. Con que ya he hecho el tercio de las cosas que debo hacer en mi vida. No fue tan difícil, debo decir...

12/9/10

Pieses

Ayer me desperté repentinamente llorando, con un problema* en el pie. A Esa Voz Grave se lo indiqué de modo claro y empezó a sacarme las medias, como si sólo tuviera calor. Pero como no es tan tonto, al rato empezó a implementar otras maniobras, tales como bailar. No sé que tiene, pero cree que con eso realmente soluciona problemas (creo que tiene una concepción demasiado mágica de la vida). En fin, me llevó de acá hacia allá, me dobló muchas veces los pieses y finalmente no sé qué hizo, ni cómo, pero logró solucionar el problema. Tal vez haya sido una casualidad y un mérito, pero al fin de cuentas me he dado cuenta de que no me entiende nunca. ¿Acaso no puede hablar mi idoma, siendo que ya hace mucho que vivimos juntos? ¿Acaso pretende que me comunique con él del mismo modo en que él lo hace con la Vieja?

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* Nota del Traductor: El término bebélico utilizado podría traducirse como problema, como inconveniente, como dolor, como calambre o incluso como pie dormido.

8/9/10

Paseíto

Hoy, de paseo por el parque aprovechando el despuntar de la primavera, me encontré con un viejo amigo: Martín, el que va a tocar la guitarra a mi universidad. Ni bien lo vi lo saludé y nos pusimos a conversar un ratico aunque fue breve, a decir verdad, porque había ido con Esa voz Grave y él estaba tomando mate con mi tía. Y cuando estos dos se juntan es difícil hacer una caminata a ritmo normal o incluso detenerse unos minutos para mirar contemplar cualquier cosa o conversar con nadie porque, con estos adultos, uno no puede nunca estar tranquilo, ya que siempre se mueven de aquí para allá apurados. Como cuando uno va con ellos al supermercado: que esto, que aquello, pero nunca detenerse con calma o divertirse de veras.
De todos modos, siempre es un placer pasear un poco con adultos, aunque tengan sus cosas. Supongo que con Martín platicaremos a gusto cuando nos veamos en mi Universidad del Jardín, cuando encontremos la calma que nuestras conversaciones requieren.