8/9/10

Paseíto

Hoy, de paseo por el parque aprovechando el despuntar de la primavera, me encontré con un viejo amigo: Martín, el que va a tocar la guitarra a mi universidad. Ni bien lo vi lo saludé y nos pusimos a conversar un ratico aunque fue breve, a decir verdad, porque había ido con Esa voz Grave y él estaba tomando mate con mi tía. Y cuando estos dos se juntan es difícil hacer una caminata a ritmo normal o incluso detenerse unos minutos para mirar contemplar cualquier cosa o conversar con nadie porque, con estos adultos, uno no puede nunca estar tranquilo, ya que siempre se mueven de aquí para allá apurados. Como cuando uno va con ellos al supermercado: que esto, que aquello, pero nunca detenerse con calma o divertirse de veras.
De todos modos, siempre es un placer pasear un poco con adultos, aunque tengan sus cosas. Supongo que con Martín platicaremos a gusto cuando nos veamos en mi Universidad del Jardín, cuando encontremos la calma que nuestras conversaciones requieren.

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