4/9/09

Planificando el mal

Para planificar el mal, corresponde hacerlo bien. ¡Vaya paradoja! Eso implica hacerlo hasta con el más mínimo detalle. Por ello hay que malactuar con los gestos adecuados, sino el mal no sale malo del todo. Por ese motivo, lo ideal es acicalarse el bigote al estilo de Pierre Nodoyuna.

Pero como no tengo bigote, eso no puedo. Hay, desde ya, otras opciones gestuales atrayentes. Tal vez una de las más reputadas por la comunidad maléfica internacional sea la de la manumalugesticulación, como lo muestran los claros ejemplos de Mr. Burns o Cerebro. Sin embargo, un ejemplo aún mejor es el del Coyote, émulo de este otro malvadillo experimentado que está en la foto.

Yo, en cambio, tengo mi propio modo de planificar el mal, porque soy muy original: con los pieses. En la comunidad malística aún no es muy común, pero ya tendré yo mis seguidores, lo verán. Con lo que, antes de llorar sin sentido para molestar a los adultos, ejerco mi gesto anticipando sus cambios de humor. Véanme en acción piesesil :

1 comentario:

Mae Ortiz dijo...

mm...ya me parecía...por eso se caen medias y zapatos...curiosamente es cuando planeas el mal...je