15/12/08

al de san Ramón

Siempre, siempre me olvido, y en esto soy como mis padres -dicen algunos-: me olvido de agradecerle al primero que me bendijo, el cura de San Ramón Nonato, ya hace tiempo. Gracias, che, flaco. Además, me soplaron que ya tuviste algo que ver con mis padres, pero no me enteré mucho en qué. Ya me contarán ellos, de todos modos. Nada malo, éhh, todo lo contrario. Bueno, eso: gracias.

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