¡¡Ufff!! Cada vez me aprietan más. Además, cómo protesta la Vieja últimamente. Se ve que esto de achicar la pecera debe ser como adelgazar: jodido. No sé porqué le agarró la manía de achicarme el "espacio vital mímino". ¿Es que no se da cuenta que uno tiene sus derechos, como a no estar siempre apretujado acá? ¿¡No te dás cuenta, viejuli!? Soy un pececito oprimido. Pero no, no se da cuenta, o hace que no: últimamente le dice a la gente, con cara de inocente: "Uy, mirá cómo se mueve.... es que se está acomodando (esto último con tono horrible de maestra ciruela, pedagogo sabelotodo que se le cae la baba mientras habla)". Para mí que me achica la pecera para mostrarme más. No hay derecho, che.
¿Y qué conclusión saco de todo esto? ¿Mamá será una de esas acosadoras de besos con rouge, que no se cansan de recibir besos? Espero que no. Báhh, no creo. No parece ser de ésas. Pero, claro, al final será una madre, y todas ellas son un poco madres de vez en cuando; no sé si me explico.
Hace 3 años
1 comentario:
Tranquilo, Nemo, que tu vieja, a pesar de todos los males inherentes a las mamás, es buena mina. Es... especial, eso sí. Alégrate: no es de las de rouge. Teme: yo sí, muajajajajaja (risa malvada).
Con ganas de conocerte,
la rumanita
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