Sí, es evidente que mis padres quieren algo de mí, pero no sé qué. Como no entiendo su idioma no sé qué será. No sé qué es lo que los enfurece tanto, o que quieran algún secreto que ni sé qué es. Pero lo grave es cómo enfrentan el asunto. No es que no cumplan con la etiqueta y no digan mesedez*, sino que se miran con cara de cómplices maliciosos, y dicen: dámelsacamokos.**
Aunque no entienda su idioma, ésa palabra clave la reconozco: con ella comienza la tortura. Me río de las torturas chinas ¡Joé, tío, eso sí que molesta! No es que duela, es como aún peor. ¿Es que hay algo más humillante que chuparle a uno los mocos con un aparatejo tan horripimefistofélico como éste? Y después hablan de las armas químicas y esas cosas... juegos de niños serán. ¡Mecachis!
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* N. del T. Transcripción literal. En vasco, significa "por favor".
** N. del T. Transcripción literal. No he podido conjeturar su significado.
Hace 3 años
2 comentarios:
Pobre Nemo es duro tener esos padres!!
Pero paciencia porque en el futuro va a aparecer otros hermanitos y las torturas van a ser repartidas.
Un beso sobrino preferido!!
Tu tía Inés
Y el cacharro es bastante moderno... ¡Qué dirías si vieras el que usaba yo con Joana, que implicaba acción chupóptera por mi parte!
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